Éste albaricoque tiene más de 5 años, procede de una semilla, oriundo de las orillas del río Danubio. Fue plantado en el verano de 2017 junto a otros congéneres, que también están creciendo sanos y fuertes. Éste ejemplar ahora está alambrado, adoptando la morfología de cascada. Quizás este final de febrero o principios de marzo sea trasplantado a otra maceta de terracota.
13-III-2022.
Llegó la hora de la verdad para este ejemplar austríaco que ya llevaba acomodado demasiados años en esta maceta de plástico, muy apretadas sus raíces, y ya echando algunos brotes verdes en las ramas más distantes del árbol; hora del trasplante. Se merece una maceta de jade.
Se trasplante estará lleno de sorpresas, en un principio estaba diseñado ser colocado en una maceta de jade vertical para ser un bonsái en cascada, pero tras retirar toda la tierra, cual arqueólogo que va excavando en una zona incógnita, va encontrando maravillas, como un tronco engrosado y sinuoso que simula ser el inicio de un buen nebari y que profundiza en la maceta, con el inconveniente de estar lleno de raíces que hay que ir cortando pacientemente. Así se hizo, cuidadosamente, y quedó como queda en la foto, manteniendo todavía el alambrado de las ramas que, en un principio eran para ser unas ramas en cascada.
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